Considero que tienes razón, y efectivamente, debemos exigir que se nos otorgue el lugar que nos corresponde. No obstante, considero que este no es un problema que deba ser resuelto exclusivamente por una organización como PIDE, con el fin de hacer valer nuestra posición. Es una responsabilidad que debemos asumir nosotros mismos en nuestros respectivos puestos de trabajo. ¿Acaso no existen diferencias con aquellos tutores que nunca son objeto de desprecio o desvalorización? Esa es una posición que se gana con esfuerzo y profesionalismo.
De hecho, situaciones similares se presentan en todos los ámbitos laborales. Médicos a quienes los...
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Considero que tienes razón, y efectivamente, debemos exigir que se nos otorgue el lugar que nos corresponde. No obstante, considero que este no es un problema que deba ser resuelto exclusivamente por una organización como PIDE, con el fin de hacer valer nuestra posición. Es una responsabilidad que debemos asumir nosotros mismos en nuestros respectivos puestos de trabajo. ¿Acaso no existen diferencias con aquellos tutores que nunca son objeto de desprecio o desvalorización? Esa es una posición que se gana con esfuerzo y profesionalismo.
De hecho, situaciones similares se presentan en todos los ámbitos laborales. Médicos a quienes los pacientes les dictan qué medicamentos deben recetar, administrativos cuya profesionalidad es constantemente puesta en duda (y como actualmente me ocurre en el ámbito administrativo, puedo confirmar que esto es una realidad frecuente), enfermeros, camareros, entre otros. La lista es extensa.
Todo esto tiene que ver con la educación y el respeto en la sociedad. Si una persona carece de modales o muestra actitudes despectivas, no es algo que una entidad como PIDE pueda corregir, sino que corresponde al entorno familiar y social en el que esa persona se ha formado.