Es realmente injusto que, en especialidades como la nuestra, en la que el baremo de oposición se basa en una asignación de 3 puntos no se valore quien ha sacado un 10 o quien lleva 10 años presentandose sacando un 5 (es un ejemplo), en infantil la lista que va desde los 400 hasta los 500 todos tenemos un 3 pero sin experiencia, se valora únicamente el rendimiento académico durante la carrera y los puntos adicionales. Este sistema, que otorga una gran importancia a la calificación obtenida en la formación teórica, no refleja de manera fiel las competencias que realmente se requieren en el ejercicio profesional.
En el caso de las...
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Es realmente injusto que, en especialidades como la nuestra, en la que el baremo de oposición se basa en una asignación de 3 puntos no se valore quien ha sacado un 10 o quien lleva 10 años presentandose sacando un 5 (es un ejemplo), en infantil la lista que va desde los 400 hasta los 500 todos tenemos un 3 pero sin experiencia, se valora únicamente el rendimiento académico durante la carrera y los puntos adicionales. Este sistema, que otorga una gran importancia a la calificación obtenida en la formación teórica, no refleja de manera fiel las competencias que realmente se requieren en el ejercicio profesional.
En el caso de las especialidades de infantil, listas muy colapsadas, considero que debería existir un proceso de selección distinto. Sería más justo y acorde con las exigencias de nuestra labor docente si se introdujeran elementos más prácticos, como la valoración de un supuesto práctico o una situación de aprendizaje real, que simule lo que realmente vivimos en el día a día y si vales como maestro. La enseñanza es, en última instancia, una labor que se aprende en la práctica, y no solo a través de exámenes teóricos.
Respecto a los exámenes tipo test, que carecen de un temario común y a menudo no reflejan los avances y necesidades del sector, considero que este tipo de evaluación no es la más adecuada. Ya hemos sido testigos, en oposiciones previas, como las de auxiliar infantil, de cómo las preguntas de estos exámenes distan enormemente de estar actualizadas y alineadas con la realidad educativa actual. Por lo tanto, confiar únicamente en un examen tipo test parece un criterio poco equitativo y que no tiene en cuenta la complejidad del trabajo que desempeñamos como docentes.
Funcionario: (22/01/2025 10:33)
Es un baremo taaaaaan absurdo que, en caso de que se empate a 10 puntos, se coloca primero el que tenga puntos en el A.b, A.c o A.d. Es decir, literalmente, para poder mejorar puestos en la lista cuando tiene un 10, debes trabajar en otra especialidad, en otra etapa o en un concertado, para mejorar en la lista de la pública. Una persona con 15 años de experiencia en público estará por detrás de alguien que haya trabajado 10 en la pública y un par de meses en otro lado.