Vistos los comentarios al respecto, también quisiera dejar el mío desde la veteranía de una larga trayectoria profesional. Una huelga de trabajadores es de los pocos elementos vírgenes que aún le quedan a una democracia cada vez más manida y desgastada, por eso es tan temida por los dirigentes. Todas suelen comenzar con días sueltos y, en función del apoyo que tengan, se convoca indefinida o no. Yo viví indirectamente la del 89, que fue todo un éxito. Muchos tuvieron problemas económicos, pero la unión fue brutal y lograron lo que justamente pedían. Yo me beneficié después de la pelea de aquella gente honrada y valiente.
Estoy...
(continúa)
Vistos los comentarios al respecto, también quisiera dejar el mío desde la veteranía de una larga trayectoria profesional. Una huelga de trabajadores es de los pocos elementos vírgenes que aún le quedan a una democracia cada vez más manida y desgastada, por eso es tan temida por los dirigentes. Todas suelen comenzar con días sueltos y, en función del apoyo que tengan, se convoca indefinida o no. Yo viví indirectamente la del 89, que fue todo un éxito. Muchos tuvieron problemas económicos, pero la unión fue brutal y lograron lo que justamente pedían. Yo me beneficié después de la pelea de aquella gente honrada y valiente.
Estoy cerca de la jubilación, pero SÍ haré la huelga. Me asombran los compañeros que se niegan a ello por razones que no tienen nada que ver con lo que se reivindica. No la hago por los docentes jóvenes, a los que aún les queda pagar el coste de la vida, cada vez más elevado. La hago por mí, porque es de los pocos derechos democráticos que aún no han corrompido nuestros políticos. La hago porque quisiera hacer ver a la sociedad que nuestro gremio sí pinta algo en ella, que no somos monigotes mediocres e individualistas, susceptibles del manejo de cualquier indocumentado. La hago por amor propio y amor a mi profesión o a lo que queda de ella. Contemplar el mundo desde el agujero del ombligo de uno solamente indica pobreza histórica, intelectual y de espíritu.
Temo que la inacción lleve también a la desidia sindical, a que los sindicatos se queden como mero ornamento democrático sin cumplir la función para la que fueron creados, dedicándose, como ya hacen algunos, a vivir de la teta del Estado. Si llegara ese momento, no os arriendo las ganancias que os queden.
Más razón que un santo.: (14/09/2025 18:39)
Te compro cada palabra que has escrito. BRAVÍSIMA